La banda liderada por Germán Daffunchio volvió a tocar en Buenos Aires
“El desafío nuestro de cada día es cómo construímos un mundo más democrático, más solidario y fraternal, y para eso manejar datos resulta fundamental, estos son datos para tomar decisiones y comprender este mundo”, destacó el Ministro de Cultura Tristán Bauer durante la presentación de los resultados preliminares […]
La restauración democrática de 1973 permitió que, pasados los años de censura y proscripción, hubiera una «primavera» en materia cultural. En ese entonces, el periodista reunió una serie de notas sobre la ligazón entre política, servicios, prensa y militares.
Documental de observación sobre un veterano de Malvinas
Documental de observación sobre un veterano de Malvinas
El especialista habla del voto de los jóvenes, de los adultos, de la violencia verbal y de su visión de lo psicopatológico. «Esta idea de libertad es una idea caótica en el fondo, porque la libertad para orientarse como patrimonio cultural, como decía Freud, tiene que estar ligada a la justicia», plantea.
Es un misterio, pero por estos días muchos se preguntan por qué algunas personas votan a un candidato que las desfavorece y que una promesa de su campaña fue dejar en claro que va a quitar derechos porque considera que es una aberración pensar que «donde hay una necesidad, nace un derecho». Desde el punto de vista psi se podría pensar como una cuestión de autocastigo que favorece una satisfacción pulsional en relación al masoquismo, en algunos casos. Así lo sostuvieron algunos analistas por estos días. Lo cierto es que un gran porcentaje se inclinó por Javier Milei y negarlo sería caer en una actitud psicopatológica. El doctor en Psicología y psicoanalista Sebastián Plut brinda algunas claves para entender el fenómeno: «En el masoquismo sucede que el dolor y el displacer dejan de ser advertencias y pasan a ser metas, aspiraciones, y algo de eso parece formar parte del voto a Milei», sostiene en diálogo con Página/12. «En términos psi habría que pensar cómo se llega a una situación de desinvestidura de la realidad», plantea el analista.
–¿A qué se refiere con ese concepto?
–Básicamente, hay dos dimensiones que podemos tomar. Una es la persistente inoculación de odio, mentiras y banalización que viene ocurriendo ya hace muchos años. Y qué efectos tiene la inoculación de este odio, de estas mentiras y de esta banalización. El otro conjunto de factores es lo que ocurre en el mundo del trabajo. Freud decía que el trabajo es lo que liga firmemente al sujeto a la realidad. Dice: «Lo une de manera segura a la realidad». De manera que si se pierde el valor del trabajo lo que se pierde es un vínculo muy fuerte con la realidad.
–¿Qué es lo que pasa con el trabajo?
–El problema que tenemos actualmente con el trabajo es doble. Por un lado, niveles de desempleo; o sea, hay gente que no trabaja, que no tiene su ocupación, pero por otro lado, gente que tiene un trabajo, incluso un trabajo formal, y que no llega a fin de mes. Esto produce básicamente que el trabajo deja de ser un sostén no sólo para la realización personal sino para todo tipo de expectativa. Yo he escuchado a gente decir: «El problema es que si no trabajo me muero de hambre, pero si trabajo también». Entonces, el trabajo ha perdido una función esencial en la vida singular y colectiva. Pero además hay otro problema con el trabajo. Yo escuchaba el otro día a gente que decía: «El peronismo perdió su hegemonía en la clase trabajadora». Yo creo que hay algo que es un poco más abarcador y es que el trabajo dejó de ser el terreno de disputa del antagonismo entre capital y trabajo, o entre control y resistencia. Si uno repasa las luchas culturales que hay actualmente, casi ninguna toca de cerca el mundo del trabajo. Todas tratan otros temas, valiosos por supuesto. No los estoy minimizando ni desvalorizando. Lo que digo es que históricamente, hasta la década del ’90, el trabajo era el terreno de disputa política por excelencia. Y de allí luego se derivaban otras disputas. Y hoy el trabajo parece ser un territorio despolitizado y des-socializado.
–El voto del domingo de elecciones no fue sólo un voto bronca. ¿Se puede votar aun con miedo a alguien con quien uno no concuerda? Si es así, ¿por qué sucede esto?
–Claro, ahí también tenemos el proceso de desinvestidura de la realidad que mencioné, porque cuando la gente dice «el voto bronca» o el «voto miedo» dice: «La gente no votó a Milei por lo que piensa». Y esto, en una primera lectura nos puede producir alivio: quiere decir que el 30 por ciento que lo votó no es un ejército de ultraderecha ya que esos votantes no pensarían todos como Javier Milei. De hecho, es cierto: al parecer, la composición de los votantes atraviesa edades, géneros, clases sociales, ideologías. Ahora, de inmediato, esto produce un problema.
–¿Cuál?
–Qué disociación surge entre el votante y el votado. Y cuáles son las consecuencias, porque si lo votaron porque es un señor que se enoja, que insulta y, entonces, se supone que hay un grito de rebeldía, bueno, la realidad es que Milei no es Lord Byron. No es una rebeldía ante ningún poder. No es lo mismo rebeldía que un grito catártico, un grito desquiciado. Con lo cual, lo que se vota en todo caso es catarsis, pero no se vota una rebeldía o una furia constructiva que conmueva algún tipo de estructura de poder. Entonces se crea una disociación porque yo estoy votando a alguien que no me representa.
–¿Y hay, como señaló la psicoanalista Silvia Ons, una compulsión a hacer lo que hacen los otros?
–Bueno, en los fenómenos de masa siempre se da algo del contagio. Y ahí habría que estudiar cómo se produce este contagio a través de las redes. Y sobre todo, hay que tomar en cuenta algunos significantes importantes. Por ejemplo, qué es esto de la libertad. Se supone que hay un grito por la libertad. Freud decía que la libertad en sí misma no es un patrimonio cultural. O sea, no es un ideal. El decía que la libertad es un ideal, un patrimonio cultural en la medida en que se guíe por un ideal de justicia; o sea, que implique una rebelión contra una injusticia, que si no hay una rebelión contra una injusticia, la libertad es sólo expresión de un narcisismo que no acepta restricciones. Y si uno escucha el discurso de Milei o de Villarruel es un discurso que disocia u omite incluir en la idea de libertad toda idea de justicia, que es lo que vienen haciendo la derecha o la ultraderecha en los últimos años. Con el macrismo empezó el bombardeo hacia los derechos humanos, la idea de «los derechos humanos son un curro». Ahora, Milei viene diciendo que la justicia social «es una aberración». Entonces, es una idea de libertad referida a arrojar una ilusión de omnipotencia. Es una ilusión, por supuesto, un narcisismo sin restricciones, que el Estado no interponga ningún impuesto. A Milei le gusta decir que la palabra «impuesto» viene de «imposición», «lo malo que es que el Estado nos imponga algo». No sé por qué sería tan malo que el Estado imponga algo. El Estado impone semáforos en las calles, mayorías y minorías de edad… Hay un montón de restricciones. Yo creo que hay que tener muy en cuenta que esta idea de libertad es una idea caótica en el fondo, porque la libertad para orientarse como patrimonio cultural, como decía Freud, tiene que estar ligada a la justicia.
–Si bien no sólo lo votaron los jóvenes, ¿por qué cree que Milei tiene tanta aceptación de la juventud?
–Nosotros tenemos que entender que a Milei lo votó un 30 por ciento, pero en el fondo es un 20 por ciento, porque es el 30 por ciento del 70 por ciento que votó. Cuando uno dice «los jóvenes» hay que tener cuidado porque uno escucha muchas veces: «Los jóvenes están perdidos», etc. Hay que ver cuáles son esos jóvenes. Pero supongamos que hay un grupo grande de jóvenes que lo ha votado y que esto constituye una muestra significativa. Bueno, yo creo que actualmente hay un problema: en qué consiste la rebelión. Históricamente o tradicionalmente, la juventud es un sector que se rebela contra mandatos. Ahora, nosotros, cuando éramos jóvenes nos habremos rebelado contra los mandatos de nuestros padres o los mandatos culturales y así sucesivamente. Pero lo que ocurre es que cuando nosotros nos rebelábamos contra ciertos mandatos, nos rebelábamos contra mandatos que hubiéramos podido cumplir. El problema actualmente es que los mandatos que podríamos tener como sociedad o como generación un poco más adulta hacia los jóvenes, los jóvenes no los pueden cumplir. Por ejemplo, trabajar, casarse, desarrollar tu vida familiar, comprarte la casa o alquilarla. Hoy no hay posibilidad. Entonces, estamos ante una juventud que no se puede rebelar a un mandato que podría cumplir, con lo cual el mandato cae. Eso crea una situación de mucho desamparo. Yo creo que es en ese contexto en el que habría que pensar el problema del voto de la juventud. Es un voto de un pibe que dice: «A mí no me importa». Incluso, algunas de estas cosas las dicen los adultos: «Bueno, que reviente todo por los aires», por ejemplo. Y yo he escuchado a jóvenes votantes de Milei decir: «Bueno, qué se yo, que gane éste, me da todo lo mismo». Con lo cual, lo que se traduce desde la lógica del discurso de Milei y que se replica en otros discursos es la lógica destructiva. Cuando Milei plantea lo que quiere hacer eventualmente como presidente, él no plantea políticas públicas. El plantea solamente la supresión del Estado. El le dijo a los empresarios: «Ustedes hagan el país, construyan. Yo me comprometo a sacarles del medio al Estado». No está planteando ninguna política pública. La política pública que plantea Milei es básicamente una política de seguridad y justicia; justicia en el sentido de judicial. Es decir, él se propone reprimir y encarcelar. Esa es la política pública que propone Milei, con Villarruel a su lado: reprimir, encarcelar y o matar.
–¿Cómo analiza la carga de violencia verbal en el discurso de Milei?
–Hay que tomar en cuenta la mezcla y los efectos del odio con las mentiras y con la banalización. ¿Qué es lo que se propone la violencia? Por supuesto, la violencia se propone eliminar al otro. Pero, por ejemplo, el negacionismo, ¿qué se propone? Además de justificar los crímenes de la dictadura, lo que se propone el negacionismo es decir: «Esto no existió». Cuando Milei grita o insulta en cualquier programa y no escucha, lo que se propone es hacer como que el otro no existe porque para Milei el otro no existe, Milei no puede dialogar.
–Claro, porque se cambia la visión de adversario por la de enemigo. Y al verlo como enemigo le quita el reconocimiento de la condición humana del contrincante.
–Exacto. Milei suele hablar de «la gente de bien». Todo aquel que piensa distinto, para Milei es comunista. Y si es comunista, además es delincuente porque él no piensa el comunismo como otra ideología política; además, de que no todos los otros son comunistas. Desde luego, porque él ha tildado a Horacio Rodríguez Larreta de socialista. Pero todo aquel que no piense idéntico a él, en principio, es comunista. Si es comunista, es delincuente. Y a los delincuentes, además, dicen que hay que matarlos. Implica la supresión del otro. Y decir que eso otro no existió, que es de lo que trata el negacionismo: esos crímenes no existieron. Por eso antes me refería a la desinvestidura de la realidad, que es lo que te permite decir: «Esto no existe». Como cuando en el macrismo se decía: «Les hicieron creer que tenían derechos». Querían instalar que eso que uno creía que existía, no existía. O como cuando hablaban del crecimiento invisible. Se trata de una cosmovisión, según la cual, lo que existe, no existe, y lo que no existe, existe. Es un intento de perturbar profundamente lo que Freud llamaba «el juicio de existencia». Es esa operación psíquica que a uno lo permite distinguir si lo que tiene en mente coincide con lo que uno ve en la realidad. Si en este momento, yo le dijera: «Usted no está hablando conmigo», voy a perturbar su juicio de existencia. Y usted me va a decir: «¿Cómo no voy a estar hablando con usted?». Esa perturbación del juicio de existencia deriva, por un lado, del odio y, por otro lado, del discurso falso, del discurso mentiroso, que es otra de las cuestiones importantes que va de la mano del odio.
–¿Qué es lo que ocurre cuando alguien cree en lo que no se debería creer?
–Cuando uno cree en propuestas inverosímiles, cuando uno cree en el crecimiento invisible puede haber dos desenlaces. Uno es que cuando uno se decepciona no cuestiona al mentiroso sino que siente que ya no se puede creer en más nada. Y ahí podemos volver al problema del voto de los jóvenes o de no tan jóvenes, que votan desde una perspectiva descreída. La segunda alternativa que puede derivar del creer lo que no se debe creer es que quien creyó –de nuevo– no cuestiona al mentiroso sino que siente una profunda vergüenza por haber creído lo no creíble y que desde su furia pida más argumentos mentirosos para poder seguir creyendo.
–¿Qué pasa con el tema de la ley en el discurso de Milei? Como dijo el analista Cristian Rodríguez en un artículo que publicó este diario, suena igual a «Mi ley». ¿Qué dice eso de la personalidad del candidato? ¿Es una ley caprichosa la que plantea?
–Yo creo que uno puede tentarse con hacer muchos diagnósticos sobre Milei. También me tienta la idea psicopatológica, pero el problema aquí es en qué medida la psicopatología se traduce como psicología social después; en qué medida la psicopatología de un personaje tiene resonancias con lo que después va ocurriendo en la psicología social. De todos modos, para ir a su pregunta, yo diría dos cuestiones. La primera es que habría que tomar en cuenta la identificación animal de Javier Milei.
–¿A qué se refiere?
–Por un lado, él se propone como un león. Por otro lado, cuando él habla de sus hijitos de cuatro patas, que son los perros. Cuando él plantea que sus perros son sus hijos de cuatro patas, yo creo que él no está humanizando a sus perros, sino que está expresando su propia animalidad. El es el padre de cuatro perros. No lo digo como una cuestión atractiva en términos psicológicos, sino porque creo que eso expresa el predominio de la irracionalidad de Milei. No es que Milei tiene una ley así o asá. Milei es la irracionalidad, es el caos. Cuando él propone reducir no sé cuántos ministerios y organismos públicos, por supuesto que eso apunta a desamparar a miles y miles y miles de personas. Pero, además, si hubiera menos ministerios, menos organismos, los temas de los que se ocupan esos ministerios no desaparecen. Eso llevaría a que muchos más temas estén en muchas menos manos, que serían los funcionarios que queden. En cualquier proceso institucional, eso es entendido como un proceso regresivo, un proceso de descomplejización, que es expresión del caos institucional. Cuando uno ve los postulados económicos de Milei, a Milei sólo le preocupan los números, las cantidades, no le preocupan las cualidades. Y eso es otra manera de aludir a la irracionalidad o de aludir a esta animalidad. Freud decía que la salud tiene algo de la neurosis y algo de la psicosis. Tiene algo de la neurosis, en tanto en la salud no se niega la realidad, pero tiene algo de la psicosis en tanto se intenta transformarla. Yo creo que en este panorama de Milei, la ecuación se ha invertido y, entonces, ya sí negamos la realidad y, además, hemos desistido de transformarla.
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A la espera de la venta de entradas y la lista de convocados de Lionel Scaloni. Luego vendrá la visita a Bolivia en el Estadio Hernando Siles, en la altura de La Paz. Los resultados de los últimos partidos. Las plazas de CONMEBOL para la Copa del Mundo México-Estados Unidos-Can
El pasado jueves 3 de agosto la CONMEBOL publicó el calendario para las fechas 1 y 2 de las Eliminatorias para el Mundial 2026. En el marco de la fecha FIFA, la selección argentina se enfrentará a Ecuador en el Estadio Monumental y luego a Bolivia en el Estadio Hernando Siles, en la altura de La Paz. Los horarios de los partidos. Aún no se ha publicado información sobre la venta de entradas ni la lista de convocados de Lionel Scaloni.
La selección argentina, campeona del Mundo en Qatar 2022, ya tiene fecha y horario para sus primeros dos compromisos en las Eliminatorias 2026 rumbo a la Copa del Mundo México-Estados Unidos-Canadá.
El 7 de septiembre desde las 21, el equipo dirigido por Lionel Scaloni recibirá a Ecuador en el Estadio Monumental. Unos días después, el 12 desde las 17 horas, enfrentará a Bolivia en el Estadio Hernando Siles de La Paz.
El primer encuentro de las Eliminatorias será el que protagonizen Paraguay y Perú el 7 de septiembre desde las 18:30 en Ciudad del Este.
Cabe destacar que a partir de esta edición, serán 48 selecciones las que disputen la Copa del Mundo —hasta ahora eran 32—. La FIFA aprobó esta reforma en el Consejo celebrado a mediados de marzo en Ruanda. De esta manera, la CONMEBOL pasará de 4 plazas y media a 6 y media —tomando como media al equipo que llegue al repechaje—. De los 10 conjuntos que competirán en la Eliminatoria de Sudamérica, 6 o 7 clasificarán a la próxima cita mundialista.
Tras coronarse campeón del Mundo, la selección argentina jugó cuatro amistosos. En ellos se respetó a casi toda la base que se consagró en Qatar 2022, pero se incluyó algunos jugadores, varios de ellos jóvenes, que en muchos casos nunca habían sido convocados a la Mayor y, en otros, que apenas tenían unos pocos minutos en sus espaldas.
El arquero Walter Benítez, los centrales Leonardo Balerdi y Facundo Medina, los volantes ofensivos Facundo Buonanotte y Valentín Carboni, los extremo Alejandro Garnacho y Emiliano Buendía y el centrodelantero Giovanni Simeone tuvieron su oportunidad.
Los que no fueron a votar en las primarias
¿Qué piensan quienes no fueron a votar? Pero sobre todo ¿qué planean hacer de cara al 22 de octubre? ¿Habrá un efecto pánico como consecuencia del efecto sorpresa? Frente a los resultados inesperado de las PASO que dieron como candidato más votado al utraderechista Javier Milei (con un programa de corte medieval en lo social y digno de 1930 en lo político) los sentimientos de quienes no se acercaron a las urnas por los más diversos motivos expresan una gama de sentimientos que van del nihilismo a la furia, pasando por el descrédito de la democracia representativa como tal o de la instancia de las primarias en particular. Se trata de un universo, de nada más y nada menos, 10,4 millones de argentinos y argentinas.
Haydee Falcone (85), por ejemplo, desde hace tiempo siente que nadie la interpela como alguna vez lo hizo Cristina Fernández de Kirchner. Lamenta que falte patriotismo, “amor por la tierra que pisamos”. Las vio todas: desde la hiper hasta el corralito. Perdió su negocio durante el menemismo, tuvo que vender su auto, después su casa y por poco termina “debajo de un puente” en esos años. Le cuenta a este diario que nunca dejó de estar activa políticamente. Hoy se informa e interactúa “todo el día” a través de Facebook y grupos de WhatsApp. Y aún en la catástrofe que fue el fin de los 90, nunca antes se le había pasado por la cabeza no ir a votar. Hasta ahora.
El gobierno de Alberto Fernández, asegura Haydee, no hizo más que darle una desilusión tras otra. Tiene una lesión en el pie y para trasladarse a la escuela donde vota necesita tomarse sí o sí un remis. Pensaba pagarlo sólo una vez, en octubre. Con la jubilación que recibe tiene que planificar muy bien cada gasto. Los resultados del 13 de agosto la golpearon muy fuerte. Ahora, a pesar de todo, está convencida de que en dos meses tiene que ir a decirle que no “a ese payaso de Javier Milei”. Está ahorrando desde el lunes, peso por peso, para pagarse el viaje en remis el domingo 22.
Cuando se indaga en el universo de las personas que no votaron en las PASO (por opción o por eventualidades) aparecen historias como las de Haydee. Pero también las voces del llamado voto bronca contra gobiernos que no le han tirado “ni un centro para el laburante”. Así como también recelos hacia el candidato oficialista (en un arco que va desde la falta de entusiasmo hasta una total desconfianza hacia un sistema, el de la democracia liberal, que no ha cumplido sus promesas).
Susana Rico (64), de General Pico, La Pampa, no encontró ningún candidato que la representara. Es otro caso de las que nunca antes había faltado a una elección. Los resultados del domingo le generaron miedo. Aunque confía en que esos números se pueden revertir, por eso en octubre va a ir a votar a Massa. Va a elegir al candidato de UxP ante el pánico que le producen Milei y Bullrich, que para ella “son iguales, son lo mismo. Y digo más: el comando de Bullrich mandó a votar a Milei, sabiendo que ella no llegaba”. Se pregunta, por supuesto, si realmente alcanza con el «voto miedo».
Raúl Gorriaga (53) también es de La Pampa (Santa Rosa): no votó, siente tristeza por la crisis económica, completa decepción frente a los políticos que no le han dado en estos años “ninguna importancia a los problemas reales, materiales, de la gente común”. Al igual que él, ni su esposa, ni sus hijos fueron a votar. Si fuera en octubre, votaría por Milei o por Bregman. Pero honestamente no cree que vaya a poder reunir las ganas.
Computadas como ausentes, hay personas con problemas de logística, de hambre, de ánimo, de conciencia. Personas a las que la vida se les puso tan cuesta arriba en los últimos años que no tienen resto siquiera para acercarse a la escuela que les toca. Personas que no consideran los comicios como un deber ni una oportunidad, porque llevan adelante su participación política por otros medios, o por ninguno. Personas desmovilizadas o con un rechazo hacia las instituciones estatales que corre tanto por derecha como por izquierda. Y a veces por una zona ideológica gris, que es casi un limbo.
María de Martino (32), docente de Tigre, no votó porque tuvo problemas de logística y finalmente, desmotivada, desistió. Las opciones disponibles le resultaban muy desalentadoras. “Me gustaría que el pueblo delibere y gobierne directamente y no a través de autoproclamados ‘representantes’. Sino a través de organismos que favorezcan la democracia directa”. Algunos de sus estudiantes ya le habían comentado que pensaban votar a Milei «en chiste». Asegura que en octubre sí irá a votar pero que sólo en caso de ballottaje, lo haría por Sergio Massa.
Quienes sintieron asombro y temor el domingo 13 de agosto, en relación a qué harán en la siguiente etapa electoral, dicen cosas como: “no me va a quedar otra”, “me voy a poner las pilas”, “tendré que optar por el menos peor”, “me arrepiento de no haber ido y ahora no hay dudas”, “hay que frenarlo como sea”. Pero también: “Tampoco voy a ir porque apuesto a mi propia conciencia y a mi propia coherencia”, “voy a seguir estando lejos de mi lugar de domicilio”, “no creo que tenga la plata para viajar a votar”.
Sabrina Chuca (40), abogada de Monte Chingolo, Lanús, provincia de Buenos Aires, no fue por varias razones. Un poco por desinterés (al punto de que llegada la fecha no tenía del todo claras las candidaturas). Enojo (“la sensación que hoy tiene la mayoría de la sociedad de que es siempre lo mismo”). Incomodidad (“este año me mandaron a votar a un lugar nada agradable, peligroso, que me queda lejos”). También motivos económicos (“me sale más cara la nafta que necesito para ir a votar que la multa por no hacerlo”). “Entiendo que venimos de 40 años ininterrumpidos de democracia, que nos costó tanto. Pero tampoco puedo decir que me haya dado culpa”. Cree que hasta los mismos candidatos se sorprendieron de los resultados y también que subestimaron el hartazgo de los votantes. “Esta vez le presté mucha menos atención que otros años, no queda claro qué está proponiendo cada uno y qué es lo que van a hacer realmente por los que trabajamos. En octubre sí voy a ir, deseando que sea lo mejor para todos”.
En Argentina la obligatoriedad y una cultura política intensa han favorecido siempre niveles altos de participación. Sin embargo, en las elecciones provinciales de este año ya se empezaba a vislumbrar algo de desmovilización. La participación en las primarias del 13 de agosto fue del 69,6 por ciento, cifra que se cuenta entre las más bajas en elecciones presidenciales desde 1983. En las primarias de 2019, las últimas comparables, la participación fue del 76,40 por ciento.
Ulises Ferro (25), de San Fernando, Provincia de Buenos Aires, votó una sola vez en su vida: en el ballottaje de 2015 entre Mauricio Macri y Daniel Scioli. Asegura ser parte de un sector desencantado con lo partidario, pero se relaciona con la política por otras vías (milita en una organización de la economía popular, estuvo vinculado con el Centro de Estudiantes de su facultad). Y este año, al igual que en el último año del gobierno de CFK, después de debatirlo decidió ir a votar contra el ascenso de la derecha y porque “hace tiempo noto que quien está capitalizando los encantos de la política es Milei”. Estaba dispuesto a votar a Massa, un candidato que no le genera demasiadas esperanzas, con tal de frenar a Patricia Bullrich y Milei. No le pareció una decisión fácil. Pasó meses elucubrando y finalmente definió. Pero la mañana del domingo 13 de agosto… se dio cuenta de que había perdido su DNI: no sabe cuándo, ni cómo. Tampoco tiene pasaporte, así que no tenía cómo acreditar su identidad.
Los motivos de Rodolfo Ríbori (55) y Fernanda Ferreyra (36), trabajadores de Salta capital (municipal, uno, docente, la otra) son bien distintos. El pueblo de origen (que todavía figura en el documento) de Rodolfo queda a 245 kilómetros de Salta Capital. Si bien su caso no está contemplado como excepción por la normativa, a Rodolfo le resultó, como en todas las votaciones, imposible costear el pasaje hasta su pueblo (12 mil pesos del pasaje ida y vuelta, contra los 500 pesos que sale la multa por no ir). Se sorprendió con los resultados de las elecciones, pero no al punto de motivarlo para ir en octubre. La historia de Fernanda es similar: no votó porque está viviendo en Salta Capital pero tiene domicilio en el Joaquín V. González, en el interior de la provincia: “Además de los viáticos, me cuestiono si mi voto podría cambiar las cosas, las injusticias, las inequidades que se reproducen todo el tiempo”. La asusta Milei pero no tanto como para ir en octubre: “si a Milei vuelve a irle tan bien en una de esas los partidos tengan que plantearse alguna autocrítica”.
Si bien cada tanto aparecen respuestas muy sinceras (como “me quedé dormida” o “simplemente no me dieron ganas”) algo del pudor sobrevuela las explicaciones sobre el faltazo de aquel domingo. También hay casos en los que la respuesta viene muy argumentada. Como el de Carina Fernández (38), comunicadora feminista bonaerense y activista socioambiental, que desde 2019 no pisa el cuarto oscuro. Decidió dejar de participar en las elecciones, en ninguna instancia. No por desinterés o comodidad. De hecho, no votar es una posición que le resulta bastante difícil de sostener. “Entiendo la importancia y el orgullo de ir a votar porque antes no se podía y lo simbólico de los 40 años de democracia. Pero es parte de un relato que ya siento que no es efectivo, que no se traduce en políticas públicas verdaderas ni en que realmente tengamos un poder de decisión. No quiero ser más cómplice”. La última vez que votó fue en 2015. Lo hizo por Scioli con muchos cuestionamientos. Desde entonces apuesta “a hacer lo que tiene que ver con mi propia conciencia y coherencia”.
De sus 43 años, Nicanor Listorti –de Cañadón Seco, Santa Cruz– lleva más de 20 viviendo en CABA. Y hasta el día de hoy mantiene su domicilio en Santa Cruz. No lo cambia por motivos emocionales. Es un modo de seguir conectado con su identidad, su origen, su familia. “He llegado al extremo de cambiármelo a Capital para salir de testigo de casamiento de mi hermano y luego me lo volví a cambiar. Hay mucha gente que por las características de Argentina, tan centralista, siente lo mismo que yo y no cambia su domicilio. Muchísima gente que va a estudiar a las universidades en alguna capital del país no cambia su domicilio porque tienen la expectativa de volver a su provincia”. Asegura que sí va a participar en octubre, ya tiene el pasaje para el 22. Y por las dudas también lo sacó para noviembre, por si hubiera que apoyar a Sergio Massa en un ballottaje.
Marina Duhalde Etchezar (27) Córdoba capital, cuenta que en las tres veces que tuvo oportunidad de participar en primarias prefirió no hacerlo para poder sí asistir en las generales con candidatos definitivos. “En mis primeras elecciones voté una opción que hoy no me representa. El domingo sentí una frustración grande. La verdad no fui porque no esperaba esto. Hay mucha gente joven que se informa solo a partir de reels de Instagram. Nunca tuve dudas de votar en la instancia definitiva. Tenemos que ir todos en octubre”.
“No fui a votar el domingo, venía bastante apática. Pero tampoco creía que fuera ganar Milei. Sé que es importante, pero ese día me olvidé de que eran las elecciones”, relata Miranda Donato (22) desde Puerto Madryn. “Me desperté re tarde en lo de mi novio, que vive re lejos, y me di cuenta de que no iba a llegar. Colgué. Y me sentí aún peor cuando vi que estaba ganando Milei. Me cayó la ficha: esto es real. No sólo voy a ponerme las pilas para ir en octubre, sino que pienso romperle las pelotas a todo el mundo”.
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El mismo León anunció el lanzamiento del tema, este miércoles, que se escuchará primero en las cuentas de «esta organización que trabaja para que el mundo sea un poquito mejor».
El anuncio sorprendió gratamente desde las redes de Conduciendo a Conciencia (@conduciendoaconcienciaok), la organización que desde la tragedia del Colegio Ecos lucha por una nueva conciencia vial, en busca de reducir el elevado número de víctimas fatales al año por incidentes evitables. Y fue otra demostración del espíritu solidario de León Gieco.
«Hola, soy León Gieco y quiero contarte que este miércoles 23 vamos a lanzar una nueva y hermosa canción que se llama ‘Tu razón de ser’. La cantamos entre Ricardo Mollo, Gustavo Santaolalla y yo«, anuncia el cantautor en el clip, donde aprovecha el interés que despierta semejante encuentro de músicos para llevar la atención al mensaje y la obra de Conduciendo a Conciencia. «Como es un estreno muy especial lo van a poder escuchar el miércoles a las 17 horas, un poco antes, pero en las redes sociales de algunas organizaciones que hace mucho trabajan para que este mundo sea un poquito mejor para todos. Conduciendo a Conciencia es una de ellas. Los invito a seguir estas cuentas y a escuchar esta hermosa canción. Ojalá que la disfruten».
La propuesta que regresa de la mano de Javier Milei
La dolarización en Argentina es una propuesta que resurge periódicamente, pero que podría ser una receta para el desastre económico. Ha sido un proyecto político por parte de la élite argentina desde los años 1970, resurgiendo con fuerza en los años 1990 y que hoy regresa en un nuevo traje de la extrema derecha anarcocapitalista, representada por figuras como Javier Milei.
El interés principal de la dolarización reside en enterrar el poder del Estado de fijar una política de desarrollo propia, buscando despolitizar y eliminar por inanición las fuerzas políticas y sociales que buscan un proyecto de desarrollo autónomo para el país.
A pesar del entusiasmo en torno a la dolarización en Argentina, esta propuesta carece de sustento basado en evidencias. Este entusiasmo parece impulsado más por emoción que por lógica, producto de una desesperanza ocasionada por la crisis económica y una profunda desconfianza en el peso.
Es cierto que la economía argentina ya está significativamente dolarizada debido a la poca confianza en el peso. La dolarización completa no parece, a primera vista, un salto demasiado grande. Pero con ella, se elimina la discreción de las manos de los funcionarios públicos y se atan las políticas económicas a las decisiones monetarias de Estados Unidos, un país con vínculos económicos limitados con Argentina.
La dolarización es una estrategia peligrosa y sin salida. Podría sembrar las semillas para una enorme contracción y colapso económico. Bajo la dolarización, el crecimiento de Argentina dependería de mantener un superávit en cuenta corriente y generar flujo de capital. Sin embargo, esto resulta ser una tarea difícil en un mundo de crecimiento global incierto y precios de commodities fluctuantes. Y es totalmente fortuita porque la cotización del dólar quedaría sujeta a la discreción de la Reserva Federal de Estados Unidos, que claramente no se ocupa de la competitividad de la economía argentina.
La dolarización, además, no solucionaría el daño al poder adquisitivo de la población ocasionado actualmente por el efecto de las devaluaciones sobre los precios. En un escenario dolarizado, los salarios podrían no ajustarse tan rápidamente como los precios tampoco, como ha sucedido en otros países que adoptaron esta medida, como Ecuador y El Salvador.
La experiencia argentina de los años 1990 y principios de los 2000 ofrece una advertencia extrema. Aunque el plan de convertibilidad tuvo éxitos temporales en combatir la hiperinflación, este modelo no fue sostenible. Pagó un alto precio, con el remate de activos domésticos mediante privatizaciones que dejaron a Argentina vulnerable para sostener el modelo. Esto incluyó emblemáticas empresas como YPF y Aerolíneas Argentinas, que pasaron a manos extranjeras. Además, dejó a Argentina extremadamente vulnerable a factores externos, como las crisis de México, Asia y Brasil, además de la política monetaria de Estados Unidos de valorización del dólar, lo que llevó a una pérdida de competitividad externa. El crecimiento colapsó mientras el desempleo y el déficit en cuenta corriente se dispararon.
Argentina fue entonces incapaz de financiar sus déficits externos y perdió acceso a los mercados internacionales. Dado el elevado endeudamiento en dólares, los inversores vendieron activos argentinos, las tasas de interés se dispararon insosteniblemente, se impusieron controles de capital y el plan de convertibilidad colapsó en medio de una enorme crisis económica, social y política.
Hoy, Argentina enfrenta una situación de reservas netas negativas, lo que plantea serias dudas sobre cómo se respaldaría una dolarización completa. En este escenario, las autoridades financieras perderían significativamente su capacidad de actuar como prestamista de última instancia, lo que incrementaría drásticamente la vulnerabilidad del sistema bancario local. Claramente, no es tarea de la Reserva Federal actuar como prestamista de última instancia de los bancos argentinos, dejando a los depositantes vulnerables ante una crisis financiera que los deje en situación de iliquidez.
Una estabilización basada en la dolarización podría reducir más rápidamente la inflación, pero la falta de una política de salida podría llevar a una contracción económica y un colapso mucho más graves, similares a los sucedidos tras el fin del plan de convertibilidad. El plan, por lo tanto, sería políticamente inestable y sufriría de un déficit de credibilidad. Esto probablemente exacerbaría las presiones recesivas en el país, ya que los residentes argentinos, dudosos del arreglo, podrían preferir mantener la mayoría de sus dólares en el extranjero.
El camino para resolver los enormes desafíos de la economía argentina no es fácil y no reside en soluciones mágicas como la dolarización. Se requieren medidas como frenar la creación de dinero de reserva a través de las LEBACs, que son una forma peligrosa de alimentar la fuga de capitales y, por lo tanto, la inflación por el exceso de pesos respecto a los dólares en las reservas del Banco Central. También es imperativo abordar una reestructuración pronta de los Eurobonos emitidos en la reestructuración de deuda de 2020, que comienzan a amortizarse en 2025 y que, actualmente, se cotizan en valores bajos, lo que hace poco probable su refinanciamiento.
En lugar de la dolarización, Argentina necesita una combinación de políticas fiscales y monetarias sostenibles y políticas que fomenten la productividad y el crecimiento económico.
La dolarización es una solución falaz y peligrosa para Argentina. Es hora de que el país busque soluciones sostenibles y duraderas a sus problemas económicos, sin ceder su soberanía monetaria.
(*) Doctora en leyes de la Universidad de Leeds en Gran Bretaña.
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El técnico prepara el equipo para el duelo por los cuartos de final
El entrenador de Boca Juniors, Jorge Almirón, tiene tres interrogantes para armar el posible equipo de Boca que recibirá a Racing Club el miércoles próximo desde las 21.30, por el encuentro de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores.
El técnico boquense, al igual que en los últimos partidos, no realizó práctica de fútbol dos días antes, y se espera que posiblemente este martes pare un posible equipo en el entrenamiento.
Dentro del secreto de la formación, allegados al cuerpo técnico dijeron a Télam que las dudas, si las hay, estarían en el lateral derecho de la defensa, el volante central y quien acompañará en el ataque a Edinson Cavani.
En la posición de marcador de punta hay dos candidatos: uno es Marcelo Weigandt, quien a pesar de haber tenido ofertas de otros clubes se quedó para pelear un lugar, y Lucas Blondel, tras su debut en el triunfo 3-1 ante Platense el viernes pasado, por el comienzo de la Copa de la Liga.
A ellos dos se agregaría Luis Advíncula si no lo hace como extremo volante o delantero, ya que al jugador peruano el cuerpo técnico lo piensa en alguna de las tres posiciones y será titular ante Racing.
El otro sector en donde se abre el interrogante ante la venta de Alan Varela al Porto de Portugal, es el de volante central. El viernes jugó Jorman Campuzano en ese puesto, pero volvió a estar lejos de su nivel de la época de Miguel Russo como entrenador.
El que podría jugar en ese lugar sería Guillermo Fernández, titular seguro ante Racing, quien en caso de no jugar de mediocampista central lo haría por uno de los costados del mediocampo. Y el último sector en donde hay dudas por parte del DT es en la ofensiva, ya que aún no definió quién será el acompañante de Cavani.
Ante Nacional de Montevideo, en el encuentro revancha de los octavos de final de la Libertadores, lo hizo Miguel Merentiel, autor de uno de los goles del 2-2, empate que luego Boca destrabó con el triunfo 4-2 por penales. La otra variante podría ser el ingreso de Exequiel Zeballos, ya que el joven fue la figura en la victoria ante Platense el viernes pasado.
Más allá de las tres dudas, se piensa que estos jugadores serían titulares inamovibles: Sergio Romero, Nicolás Figal, Marcos Rojo, Frank Fabra, Valentín Barco, Cristian Medina, Guillermo Fernández, Luis Advíncula y Cavani.
El plantel boquense volverá a las prácticas este martes, nuevamente en el predio de Ezeiza, y por la noche quedará concentrado en un hotel del barrio porteño de Monserrat. En tanto, ya empezó su recuperación el delantero Luca Langoni, el único que está lesionado y quien según el parte oficial tiene una lesión muscular grado II en el isquiotibial derecho.
Este es quinto desgarro del juvenil Langoni este año y según publicó el jefe del área médica de Boca, Jorge Batista, en su red social Instagram: «Somos los primeros responsables», haciéndose cargo de los continuos problemas físicos del promisorio futbolista de 21 años, fundamental para coronarse campeón en la Liga Profesional de 2022.
Por su parte, en el sitio Soy Socio del club de la Ribera, pueden ingresar los socios activos para habilitar el carnet que les permita ingresar el miércoles a la Bombonera. El martes, desde las 14, lo harán los adherentes, ambos sin cargo, mientras que los abonados lo harán sin ningún tipo de activación de carnet y también de manera gratuita.
En cuanto a las salidas de jugadores, se oficializó el préstamo de Gabriel Aranda a Banfield a cambio de 30 mil dólares hasta diciembre de 2024, con una opción de compra del 50 por ciento de la ficha en un millón quinientos mil dólares.
Por último, el prosecretario de Boca, Alejandro Veiga, apuntó contra la Justicia por los allanamientos que se llevaron a cabo la semana pasada en las instalaciones del club y en domicilios particulares, incluido el de Cristian Riquelme, hermano del vicepresidente Juan Román, en una causa en la que se investiga la presunta reventa y falsificación de entradas.
«La mafia tiene códigos, no se mete con la familia. Estos tienen menos códigos que la mafia», señaló Veiga en diálogo con Boca de Selección por Radio Del Plata. «Estamos en el club, trabajando. La mafia tiene códigos, se comporta, no se mete con la familia. Sabemos la dimensión del enemigo que tenemos y lo que son capaces de hacer», agregó el dirigente.
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La banda liderada por Germán Daffunchio volvió a tocar en Buenos Aires
Los clásicos que desatan una inigualable euforia celebratoria en sus seguidores, la faceta reggae, la furia y la ironía que describió certeramente la realidad social de los ’90, las melodías plagadas de sutiles arreglos, la orgullosa descendencia de ese mito llamado Sumo y hasta un costado acústico fueron las múltiples facetas que eligió mostrar el viernes Las Pelotas en su reencuentro con el público porteño durante su debut absoluto en el Movistar Arena.
Se trató del primer concierto del año en la Ciudad de Buenos Aires del grupo comandado por Germán Daffunchio y, a tono con el carácter especial que revestía la ocasión, la banda optó por una extensa lista que superó la treintena de canciones, las cuales sobrevolaron constantemente por 35 años de una historia marcada por distintos momentos musicales.
Para ello, en alrededor de dos horas y media de show, por supuesto que Las Pelotas regaló a sus seguidores sus infaltables éxitos, como el caso de «Será», «Capitán América», «La clave del éxito» o «Si supieras», por citar apenas algunos; pero también echó mano a entrañables piezas ocultas que no suelen aparecer con frecuencia en sus presentaciones, como «Menos mal», «La marmota», «Peces» o «El día después».
Y el viaje que transitó desordenadamente entre Corderos en la noche, la placa debut del grupo, y Es así, su última producción de estudio; e incluyó también el flamante tema «Es clara», lanzado apenas unos días atrás; culminó con el recuerdo de Sumo, la banda de cuya escisión nació Las Pelotas, para lo cual contó nada menos que con Roberto Pettinato de invitado, y con Piti Fernández, de Las Pastillas del Abuelo, como vocalista.
Todo esto sucedió con un Daffunchio pletórico, al punto que hasta bajó en varios momentos del escenario para cantar literalmente rodeado por el público; de excelente humor y emocionado sobre el final, cuando comprobó que había logrado trasladar la efusividad de estadios al moderno y formal reducto de Villa Crespo que pisaba por primera vez.
En igual forma se mostró el resto de la banda, con su habitual primera línea de guitarras que presentó a Tomás Sussmann en el rol solista, Gaspar Daffunchio sosteniendo desde las bases y, eventualmente, al propio Germán añadiendo una capa sonora más.
En tanto, Gustavo Jove aportó el siempre efectivo tempo de su batería, Gabriela Martínez ratificó con su bajo que es nervio y, a la vez, corazón del grupo; el tecladista Sebastián Schachtel volvió a erigirse como la gran usina sonora que dispara sutilezas a mansalva; y Alejandro Gómez Ferrero ofició una vez de presto todoterreno, entre las teclas, la trompeta, el trombón y la marimba.
El resto del espectáculo lo pusieron «los peloteros», especialmente los del sector campo, que a fuerza de saltos y pogos le dieron un marcó inédito al microestadio y dejaron en ridículo al personal de seguridad que suele apuntar con láser verde a quienes se expresan en demasía de acuerdo a las estrictas reglas del lugar.
En el final, el público entró en éxtasis total cuando el saxo de Roberto Pettinato se fundió con los primeros acordes de «Debede» que puso en marcha el homenaje a Sumo, para el cual también fue invitado Piti Fernández en voz; el cual se extendió con «No tan distintos».
Ahí sí ya no hubo más nada por decir. Apenas una gran ovación y el líder del grupo remarcando que había sido una noche «inolvidable». La banda completa y el público que colmó el estadio sintieron lo mismo.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció una devaluación del peso y llevó el tipo de cambio oficial a $350, en la primera reacción oficial tras el resultado de las elecciones PASO 2023. De este modo, la divisa norteamericana saltó $62,65 por ciento […]
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció una devaluación del peso y llevó el tipo de cambio oficial a $350, en la primera reacción oficial tras el resultado de las elecciones PASO 2023. De este modo, la divisa norteamericana saltó $62,65 por ciento en su cotización oficial, un avance del 21,8 por ciento en relación al cierre del viernes pasado.
La nueva cotización equipara el dólar al oficial al llamado «dólar agro» que se dispuso semanas atrás para incentivar las exportaciones. La medida fue anunciada en la previa de la apertura de los mercados, donde se anticipaba una fuerte suba del dólar blue.
La disposición del BCRA es la primera de una serie de medidas que anticipa el gabinete económico para esta jornada, cargada de incertidumbre en los mercados luego de que Javier Milei fuera el candidato más votado en las elecciones PASO 2023.
Por otra parte, el Banco Central elevó la tasa de interés a 118 por ciento para los plazos fijos, que hasta el viernes se encontraba en 97 por ciento.
Los bonos argentinos que cotizan en dólares en el exterior abrieron este lunes a la baja en los mercvados internacionales, donde se reportaron fuertes caídas. Los ADRs opearan en tanto con bajas moderadas en el pre-market en Wall Street.
Los títulos en moneda dura recortan las fuertes caídas del inicio de la jornada que llegaron a tocar -12% y caen hasta 10% encabezados por los bonos de tramo largo como el Global 2046, seguido del Global 2041 (-10,8% y 10,4% respectivamente). En tanto caen el Global 2035 hasta 9% y el Global 2030 (-8%).
Los ADRs (bonos negociables extendidos por bancos estadounidenses que representan una o varias acciones de empresas no estadounidenses) también registraron caídas, pero moderadas en Wall Street, lideradas por YPF (-2,4%), Transportadora Gas del Sur (-1,6%) y Telecom Argentina (-1,4%).
Las financieras también operan con descensos más leves como es el caso de Grupo Financiero Galicia (-1,1%), Banco Macro (-1%) y Banco BBVA (-0,9%). Por su parte, el Global X MSCI Argentina ETF cae también un 4,3%.
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El alero santiagueño figura en la lista definitiva de jugadores que entregó Prigioni
El santiagueño Gabriel Deck ajusta la preparación en la recta final para decir presente para el seleccionado argentino que este miércoles comenzará a competir en el Preclasificatorio Olímpico continental de básquetbol, que desde mañana se jugará en Santiago del Estero.
El alero del Real Madrid, de 28 años, continúa recuperándose de una lesión ligamentaria en su rodilla izquierda y recién el sábado por la noche tuvo unos minutos de rodaje en el equipo del DT Pablo Prigioni, que enfrentó a un combinado Sub 22 albiceleste, en un ensayo informal que se celebró en el estadio Ciudad.
Desde el cuerpo técnico que encabeza el entrenador cordobés «la intención es llevar a ‘Tortuga’ (Deck), de a poco, sin apurar los procesos lógicos de recuperación. Fue una lesión muy severa y habrá que ser prudentes» le confiaron a Télam allegados a la Confederación Argentina (CAB).
En mayo pasado, Deck se lesionó gravemente el ligamento colateral interno de la rodilla izquierda, que se rompió parcialmente en un partido de Euroliga de básquetbol frente al Partizán de Serbia.
Los médicos del Real Madrid eligieron no operar al exjugador de San Lorenzo y que su restablecimiento se produjera con la colocación de una férula en primer lugar.
Lo cierto es que la deserción de Panamá (no jugará el certamen Preclasificatorio por motivos económicos) le permite a Deck disponer de 48 horas más de tiempo para acondicionar su estado atlético y decir presente en el compromiso con Bahamas (miércoles 16, a las 21.10), siempre y cuando el DT Prigioni lo considere aconsejable.
Este lunes se iniciará en dos escenarios de la provincia el torneo clasificatorio de un cupo para el Preolímpico continental, camino a París 2024. Por la zona A y en el estadio Ciudad, del club Quimsa, se enfrentarán los representativos de Cuba y Bahamas, a partir de las 22.10. Mientras que, por el grupo B, se enfrentarán Islas Vírgenes-Chile (dirigido por el técnico argentino Manuel Córdoba, ex Quimsa), a las 17.10; y Uruguay-Colombia, a las 19.40. Ambos partidos se desarrollarán en el estadio Vicente Rosales, de la localidad de La Banda.
El entrenador del seleccionado argentino de básquetbol, Pablo Prigioni, elevó este domingo por la noche la lista definitiva de 12 jugadores que conformarán el plantel que afrontará en Santiago del Estero el certamen Preolímpico Preclasificatorio que le permitirá al ganador jugar otro certamen similar para alcanzar un lugar en los Juegos de París 2024.
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El presidente de la obra social de los empleados de comercio, Carlos Pérez fue recibido por el delegado regional de OSECAC y secretario general del SEOCA Julio Rubén Ledesma, en la obra del Sanatorio Sagrado Corazón II que quedó paralizada desde la pandemia y que […]
El presidente de la obra social de los empleados de comercio, Carlos Pérez fue recibido por el delegado regional de OSECAC y secretario general del SEOCA Julio Rubén Ledesma, en la obra del Sanatorio Sagrado Corazón II que quedó paralizada desde la pandemia y que una vez finalizada dará respuestas a miles de beneficiaros de la zona oeste y de la provincia de Buenos Aires.
Luego de recorrer la imponente obra que se levanta sobre Monseñor Bufano al 1300 en la localidad matancera de en Villa Luzuriaga, Ledesma resaltó la visita del presidente de OSECAC como “un hecho muy importante” porque “vino a plasmar el compromiso que ya había asumido”. “Carlos Pérez es una excelente persona, un hombre de palabra, y yo también soy un hombre de palabra. Los empleados de comercio pronto vamos a tener el subsuelo, el primer piso para atender y el pronto socorro de la clínica”, sostuvo.
“Lo más importante es que se le va a dar continuidad a la obra, los equipos ya están encargados. Evidentemente en esto de seguir la edificación del Sagrado Corazón, hay quienes están en acuerdo y otros no. La decisión política del presidente de la obra social, es que la obra se lleve a cabo y la voluntad política es la fundamental para su concreción”, dijo el delegado Regional de la zona oeste.
Por su parte, Carlos Pérez presidente de la obra social, expresó que es un orgullo que en “La Matanza se esté construyendo esta obra de la mano del secretario General Julio Rubén Ledesma” y sostuvo que “cuenta con el apoyo de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y la obra social OSECAC”.
En ese sentido, manifestó que la “idea es que en el último semestre de este año se empiece a poner en funcionamiento la obra lo más rápido posible, y adecuarla para que pronto este sanatorio comience los primeros pasos de atención y empezar a preparar al personal y los profesionales médicos que se van a empezar a trasladar acá”. Para lo cual explicó
“Hoy arrancamos para darle rapidez a este sanatorio y esté en funcionamiento lo antes posible, aunque será por etapas”, dijo y explicó que “también hay que tener en cuenta que esto tiene un equipamiento técnico que lleva tiempo, `porque hay mucha aparatología importada, estamos en momento que en la Argentina lo importado tarda en llegar
Aunque se mostró “optimista” y con “confianza” ya que la clínica se levanta en “uno de los mejores lugares de la provincia de Buenos Aires donde el sistema de salud solidario necesita instalarse”.
“Sin esfuerzo y sin compromiso era imposible llevar esta obra adelante porque OSECAC no solo tiene que atender solo las problemáticas de esta zona sino de todo el país. Quiero resaltar la figura Rubén Ledesma, que es un hombre de mucha experiencia que nos sirvió para seguir avanzando. Y de la Federación (FAECYS) que conduce Armando Cavallieri, que también tiene los ojos puesto en esta obra”, expresó Pérez.
Y finalizó: “Como presidente de la obra social siempre dije que las obras hay que iniciarlas y terminarlas y que tengan confianza que en breve vamos a estar cortando las cintas y atendiendo a los empleados de comercio”.